lunes, 24 de septiembre de 2012

Al trote

18 de septiembre

Después de la sesión larga del domingo, más corta de lo previsto, pero lo suficientemente larga como para que el lunes tuviera las piernas con ese cosquilleo mezcla de cansancio y placer, esa sensación de haber hecho algo grande y al mismo tiempo saber que podrías haber hecho más.

Me tomé el lunes como descanso, para premiarme este martes de la misma forma que hice el martes pasado, lo que sentí la semana pasada fue casi místico y por eso lo intenté emular, mismo recorrido, misma hora, misma metereología,.......... pero no fue igual.

Incluso puse la misma secuencia de música inicial, nada, mientras iba corriendo buscaba el ritmo de 5'40/km pero no lo pillaba, iba un poco por encima, no me ponía en automático, algo fallaba.

Disfrutaba con la cadencia, al trote, un ritmo cómodo, me permite pensar, mirar el paisaje........ si es de noche!, este ritmo no cansa, se lleva, te lleva poco a poco, una cadencia que te atrapa y no tiene fin, salvo las paradas para cruzar las calles mantenía el mismo paso, pero no encontraba la sensación de la semana pasada, era bueno, era placentero, pero no era igual.

Llego al final de la Avda de las Palmeras, km 4, me toca ir a ciegas por el camino de tierra que me llevará al paseo marítimo, a ciegas total, me giro al entrar en el paseo y veo la luna creciente y los restos del día que se acaba, ufff subidón.

Móvil sin flash :(

Los colores de Lanzarote al atardecer son únicos, por suerte he estado en muchos sitios, por desgracia no en todos los que he querido, pero me siento afortunado por muchos de los lugares que he visitado y los colores que se ven aquí en Lanzarote son especiales.

El móvil no tiene flash, no pude captar la belleza de ese momento, el molino, la luna, nubes,........ lo guardaré en mi memoria. Un trago de agua y sigo corriendo, al trote.

Cuando se corre de esta forma, sin mirar el tiempo, el ritmo, sin estar pendiente de acelerar o frenar, la mente se libera y uno se pone a pensar y reflexiona sobre los entrenamientos, el día a día, los temores de la carrera inminente, ........ qué bien sienta correr así.

Siguen pasando los kms y yo sin darme cuenta, llego a la zona frecuentada por bípedos foráneos y los sorteo como mejor puedo, a este ritmo es fácil.

Sin darme cuenta me percato que la postura al correr que llevo es distinta a la habitual, voy como dando saltitos, apoyándome más en la puntera, no recuerdo en qué momento empecé a hacerlo así, sí que llevo rato, sigo así, no me molesta, al menos así mi pose de corredor será un poco más técnica, ya que corriendo más parezco un troglodita que un runner.

Estoy llegando al final del paseo marítimo, cerca de La Mareta, hay ganas, media vuelta y a repetir la sesión del martes pasado, sigo buscando ese momento.

De lo que sí que estoy seguro es que voy ligeramente más lento que el otro día, unos segundos por km, pero lo suficiente, paso por mi punto de retorno y volvemos a casa, aún quedan 3km.......

Al trote, me voy acercando, poco a poco, acelerando al final para subir pulsaciones y volver a la realidad tras 14km.

Por un lado he disfrutado, me ha relajado mucho, las piernas están pletóricas por la sesión, el cuerpo agradece el momento de bienestar que le he dado, pero algo en mí me dice que lo que sentí y viví el martes pasado no volverá a ocurrir por mucho que lo busque, tendrá que encontrarme como así lo hizo la semana pasada.




19 de septiembre

Hoy tocaba ir en MTB, ese era el plan, pero la hora que tenía vía libre para el deporte me limitaba mucho la salida en MTB, no tengo faros.

Plan alternativo, correr, pero no quiero abusar........ vale, 10km para el pecho me sentarán bien y me dispongo a ello.

Esta vez voy sin música, las prisas, no cargué la batería del MP3......... en fin, a disfrutar del momento oyendo mis pisadas.

Mientras el Garmin está esperando la señal del cielo para darme vía libre me doy cuenta que no tengo ganas de correr, me había hecho a la idea de ir en bici y este cambio tan repentino...... aún estoy a tiempo de volver......... no, ya puestos....... bueno, parece que el Garmin ya recibe ok, empecemos.

Correr sin ganas no es disfrutar, correr sin ganas es no querer mejorar, correr sin ganas es querer terminar pronto y una alternativa es ir más rápido, así llegas antes.......... pero no tengo ganas de ir más rápido, cada paso me está costando, no es cansancio, es que hoy no tenía ganas de correr, punto.

El mundo pasa despacio, no es sólo que yo vaya lento, acariciando los 6'/km de mala gana, ni miro el Garmin a cada pitido de km, sólo quiero hacer estos 10km, llego al paseo marítimo por la zona a ciegas de tierra, casi andando, curioso que ayer me detuviera a hacer una foto a la luna y disfrutara de su belleza y hoy pase de largo.

Por suerte, correr tiene beneficios en el cuerpo y mente, éstos no surgen de golpe, necesitan un tiempo para que aparezcan y en mi caso creo que es cuando llevas 6-7 km............. es ahí cuando de pronto me veo disfrutando, sudando, alegre, esa mala gana inicial se ha desvanecido, lástima que sólo vaya a hacer 10km, pero es que para mañana tengo sesión con María, inicialmente 14km....... hay que cuidar las piernas.

Ya estoy llegando al final del recorrido, me siento un poco mal por haber empezado este entrenamiento tan de mala gana, al final han sido 10km placenteros, pero sólo he disfrutado como se merecen los últimos 4km, hay 6km que son como de otra persona, aunque era yo mismo 30 minutos antes.

Al final, poco más de 10km en 1 hora, no está mal, el ritmo es el que en realidad me interesa memorizar de cara a mi Ultra, incluso más despacio, pero desde luego estas no son las formas para correr.

Curiosamente al pasar los datos observé que llevo 1985km acumulados, es decir, que mañana en la salida con María en lugar de 14km haré 15km y así tendré mis 2000km.

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